Puerta abierta al Mediterráneo, Calafell mezcla la riqueza de su patrimonio histórico con el poderoso atractivo de sus playas kilométricas de fina arena dorada, únicas en toda la Costa Dorada.
En Calafell podrás disfrutar de 5 kilómetros de arena dorada, de sus aguas ricas en yodo y desde luego de las muchas actividades acuáticas que pueden practicarse en ellas (kayak, surf, paddle surf o catamarán). Las tres playas y el paseo marítimo de Calafell fueron de las primeras de Cataluña en recibir la certificación ISO 14.001 y la bandera azul está presente desde 1992. Las playas de este municipio son ideales para el turismo familiar. De hecho, hace tiempo Calafell era conocida como “la playa del biberón”, por la calidad de la arena y del agua, por la tranquilidad del mar y por la suavidad de las pendientes cuando se entra en el mar.
La Ciutadella Ibèrica, la Casa Barral, el Bot Salvavides, l’Església de Sant Miquel, el centro de interpretación del Calafell Pescador o el Castell de la Santa Creu son algunos de los testimonios de la historia que nos hacen de guía a través del tiempo hasta hoy, en donde conviven la música, el deporte, la mar y una buena mesa —con el sabor marinero de l’Arrossejat y tradicional del Xató—.
Calafell goza del sello Playa en Familia que creó la Agencia Catalana de Turismo y que se otorga a destinos especialmente sensibles al turismo familiar
Esta marca es un reconocimiento a Calafell como municipio turístico que ofrece recursos y servicios de calidad especializados en familias. Esto significa que disponen de una oferta de alojamientos y restauración adaptada a las necesidades de las familias con una gran variedad de propuestas de ocio y entretenimiento.