Cómo viajar por el mundo sin salir de España

Tenemos ganas de viajes, muchas ganas. Pero ahora que es complicado moverse, y mucho más fuera de nuestras fronteras, os presentamos una serie de destinos por todo el país que pueden transportarnos y hacernos viajar por el mundo sin salir de España. La Habana, Roma o Egipto son solo algunos de los ejemplos, ¿preparados?

1. La isla de Madeira en La Palma, Islas Canarias

La isla de La Palma, en Canarias, pertenece a la Macaronesia, un conjunto de archipiélagos del Atlántico Norte que tienen muchas particularidades botánicas, zoológicas, geológicas y climatológicas en común. Son de origen volcánico y acogen una flora particularmente rica y diversa​ con abundantes endemismos. Son de los pocos lugares del mundo donde se pueden encontrar bosques de laurisilva, que hace millones de años cubrían gran parte del norte de África y del sur de Europa, pero que en la actualidad se encuentra prácticamente desaparecidos. En concreto La Palma y Madeira, perteneciente a las Islas Azores, son las más parecidas, con cumbres, bosques y desniveles ideales para el senderismo y los deportes en plena naturaleza.

2. Parque Europa, recorriendo el viejo continente desde Torrejón de Ardoz

El Parque Europa de Torrejón de Ardoz posee réplicas de monumentos europeos y un fragmento original de Muro de Berlín, cedido gratuitamente por el Ayuntamiento de esta ciudad. Junto a cada una de estas reproducciones se ha instalado un panel explicativo con referencias al monumento original. En vuestra visita podréis ver Molinos Holandeses, el Puente de Londres, la Torre de Belém, la Torre Eiffel o la Fontana de Trevi, entre otros muchos monumentos.

3. Mérida, viajar a Roma desde Extremadura

La ciudad de Mérida, en Badajoz, fue fundada por el Emperador Octavio Augusto y llegó a ser una de las ciudades más importantes de Hispania y del Imperio Romano. En ella podéis encontrar uno de los teatros romanos mejor conservados del mundo, así como un legado romano impresionante que merece ser visitado: el arco de Trajano, el Puente de Diana, el acueducto o su puente romano son algunos de los imprescindibles, pero además cuenta con el Museo Nacional de Arte Romano, que nos ofrece la posibilidad de conocer distintas facetas de la vida cotidiana de Hispania.

4. Playas del Caribe en Galicia: Las Islas Cíes

Las Islas Cíes cuentan con playas de fina arena blanca y aguas cristalinas que permiten disfrutar de la tranquilidad y belleza de sus paisajes. Se trata de auténticos parajes naturales en estado puro, donde el viajero podrá aislarse del mundo en un marco incomparable. Una de las más destacadas es la Playa de Rodas, considerada una de las diez mejores del mundo.

5. El Templo de Debod: El Antiguo Egipto en el centro de Madrid

El Templo de Debod os permitirá conocer un pedacito del Antiguo Egipto en Madrid. Fue un regalo de Egipto a la ciudad de Madrid en 1968. Se trata de un templo del siglo II a.C. que ha llegado hasta nuestros días, con sus correspondientes modificaciones  debido al paso del tiempo. Iniciado por un rey meroita, ampliado por varios monarcas ptolemaicos, terminado por los emperadores romanos, olvidado durante 12 siglos, sumergido bajo las aguas del Nilo y rescatado, nos ofrece un apasionante recorrido por 2.200 años de historia. Se encuentra junto a la Plaza de España, en el Parque del Oeste, al lado del paseo de Pintor Rosales. El mejor momento para admirarlo desde el exterior es a la caída de la tarde, contemplarlo mientras cae la noche es todo un espectáculo para los sentidos.

6. La Habana en Cádiz

Mucho hemos oído hablar (y cantar) de los paralelismos entre Cádiz y la capital de cuba, y es que su parecido es innegable. En el Campo del Sur, un paseo marítimo muy parecido al Malecón de La Habana, encontramos los restos del Teatro Romano de Cádiz, y podemos recorrer la parte trasera de la catedral vieja y la catedral nueva. Además, está muy cerca del Pópulo, el barrio más antiguo de Cádiz, y de varios de los más castizos de la ciudad, como el de Santa María y La Viña. El Castillo de Santa Catalina, una fortificación de 1598, también nos recuerda al Fuerte del Morro habanero. En la actualidad sus instalaciones albergan actos culturales, veladas temáticas o conciertos. Al sur del mismo se sitúa La Caleta, la única playa urbana dentro del recinto.

7. El Parque Nacional de Aigüestortes de Lleida, un viaje a los Alpes

El Parque Nacional de Aigüestortes i Estany De Sant Maurici no tiene nada que envidiar a los escenarios alpinos que hemos visto en infinidad de películas. Es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza, ya que su principal seña de identidad son los más de 200 lagos, los impresionantes riscos de Els Encantats y sus característicos meandros de alta montaña denominados aigüestortes. Su entorno se caracteriza por aguas cristalinas que discurren a través de sus numerosos lagos y ríos. Junto a los torrentes y cascadas hay que destacar frondosos bosques que lo convierten en un escenario inigualable. Enclavado en una zona que en la Edad Media vivió el auge del arte románico, alberga uno de los conjuntos monumentales más importantes de Europa. Por sus iglesias románicas, el Vall de Boí fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

8. Un trocito de Grecia en el Jardín Botánico Marimurtra, Girona

Situado en plena Costa Brava, en la población de Blanes, está considerado el mejor jardín botánico mediterráneo de Europa y también uno de los más bonitos. De hecho, ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Cataluña. Alberga unas 4.000 especies vegetales correspondientes a los climas Subtropical, Templado y Mediterráneo. En este último, la escalera de Epicuro nos traslada a la Antigua Grecia al tiempo que nos ofrece uno de los lugares más especiales. Al final de la misma encontramos el Templete de Linneo, desde donde tendremos las mejores vistas al Mediterráneo.

9. La Selva de Irati como la Selva Negra alemana

Este extenso bosque situado en la cabecera del río Irati en Navarra, está compuesto por cuatro valles: el Valle de Aezkoa, Valle de Salazar, Valle de Zuberoa y Valle de Cize. Se trata del segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa, después de la Selva Negra de Alemania. A través de bosques de cuento y caminos de tierra y hojas podréis pasar un día en familia en plena naturaleza y respirar aire fresco. Es un auténtico refugio y casa para muchísimos animales, de hecho, es posible llegar a ver zorros, jabalís, martas, petirrojos, corzos, truchas o pintones. Dispone de una red de senderos señalizados de distintos niveles de dificultad y extensión que permitirán conocer los rincones más hermosos a pie, en bicicleta, con raquetas de nieve ¡e incluso con esquís!

10. Un templo ruso en Altea

El Templo de Arcángel Miguel, la primera iglesia ortodoxa rusa de España, se empezó a construir en Altea en el año 2002, siguiendo el estilo arquitectónico de las iglesias ortodoxas de madera. Fue construida con materiales traídos de Rusia y los que trabajaron en su construcción también llegaron del país soviético, dada la especialización requerida para trabajar con madera traída directamente de los Montes Urales. Un trocito de Rusia en la Costa Blanca que no deja a ningún visitante indiferente.