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10 Imponentes estaciones de tren en las que merece la pena esperar

Estación de São Bento, Oporto
Estación de São Bento, Oporto, al atardecer
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 21.10.22

Hay muchos motivos que nos llevan a viajar, ya sea por hacer turismo en familia, por trabajo, estudio o el simple deseo de expandir horizontes. Parte de lo maravilloso de la experiencia es admirar la arquitectura y los paisajes de cada rincón nuevo que visitamos, ya que cada muro nos muestra una faceta cultural e histórica de la ciudad. Algo que también sucede a veces con las estaciones de tren. Te mostramos aquí las más bonitas del mundo, construcciones de antiguas y modernas en las que, ciertamente, merece la pena esperar.


1. Kanazawa, Japón 

Si te agrada la cultura, la historia y la estética de Japón, te encantará. Los turistas que visitan el país del sol naciente adoran esta estación, que aúna tradición y modernidad, y su enorme puerta de madera.

En el vestíbulo podrás admirar una serie de pilares unidos por vigas de ciprés local. Además, hay en cada uno hermosas obras de arte. Allí encontrarás el patrimonio artesanal de Kanazawa, pero, ¿sabías que tiene muchísima historia detrás?

Si te llaman la atención las vidas de los samuráis y la era Sengoku, te interesará saber que el arte que se respira en esta estación hunde sus raíces en esta época. En 1583, Maeda Toshiie y su familia (uno de los principales generales de Oda Nobunaga) gobernaron la ciudad durante casi tres siglos e impulsaron la artesanía en oro, plata, laca, cerámica y seda que siguen desarrollando aquí hoy admirablemente. 

Además, como representación del teatro Noh originario de la zona, diseñaron la gran puerta con forma de tsuzumi, el tambor que da nombre a la obra Tsuzumi-mon. Ya dentro de la estación verás aún más artesanías tradicionales como la seda yuzen y el papel washi.

Estaciones de tren Japón
Estación de tren Kanazawa, Japón | Fuente: Canva

2. Central de Amberes, Bélgica

Terminada en 1905, esta joya de la arquitectura está adornada con más de 20 tipos de mármol y piedra, arcos de hierro y una cúpula de cristal diseñada por el arquitecto Louis de la Censerie. Los tragaluces y las ventanas arqueadas te llevarán de viaje a un sueño barroco mientras esperas el horario de salida.

La estructura tiene 185 metros de largo y 44 de altura y está construida en hierro y vidrio, una estructura de lujo para vestir las vías de la estación Antwerpen-Centraal. Fue elegida una de las estaciones de tren más bonitas del mundo por la revista Newsweek.

Amberes: estaciones de tren que merece la pena esperar
Central de Amberes, Bélgica | Fuente: Canva

3. Estación de São Bento, Portugal (Oporto)

Construida sobre las ruinas del convento de São Bento del Ave María, del que heredaría su nombre, esta imponente edificación es un ejemplo de la expansión ferroviaria que vivió nuestro país vecino a principios del pasado siglo. El proyecto, de clara influencia francesa, es del gran arquitecto José Marques da Silva.

Aun siendo magnífico el edificio en sí mismo, lo más impresionante es su vestíbulo. Los más de veinte mil azulejos que adornan sus paredes, obra del pintor Jorge Colaço, y que recrean escenas históricas de Portugal, hacen de esta una estación única de increíble belleza. Tanto, que para muchos es la más bonita de Europa e incluso del mundo. Recomiendan visitarla al atardecer, pues la luz es muy especial.

El friso de azulejos en policromía que cierra la parte de la decoración en blanco y azul, tan típica del país, hace un repaso a la historia del transporte. Remata la obra una cubierta blanca con relieves en la que se pueden leer los nombres de los dos grandes ríos de la zona: el Douro y el Minho.

Estación de Sao Bento, Oporto
Estación de São Bento, Oporto, Portugal | Fuente: Canva

4. La estación de Limoges, Francia

Enmarcada en el llamado estilo neo-regional, mezcla varias corrientes arquitectónicas, como el Art Nouveau y el Art Déco. Se levantó, entre 1924 y 1929, en lo que en tiempos fue una leprosería y, tomó su nombre, Limoges Bénédictins, del convento de los Benedictinos que estaba al lado.

Esta estación fue diseñada por el arquitecto Roger Gonthier. Construida en una estructura de hormigón rellena con placas de piedra caliza, tiene una singularidad: en lugar de estar en paralelo a las vías, está levantada 7 metros por encima de las diez líneas ferroviarias que tiene.

También llaman la atención su gran cúpula recubierta en cobre, que, por cierto, sufrió un grave incendio en 1998, la impresionante entrada, las vidrieras de Chigot y el campanario, de 67 metros de altura. Las vistas de la ciudad desde los pisos superiores, ocupados por oficinas, son, por lo visto, maravillosas.

Estación de Limoges
Estación de Limoges, Francia | Fuente: Canva

5. Atocha, España (Madrid)

¿Un jardín tropical de más de 4.000 árboles, plantas, peces y reptiles en medio de un edificio de hierro forjado? Eso es lo que podemos disfrutar hoy en la madrileña estación de Atocha, que comenzó siendo un simple apeadero en 1851.

Para adaptarse a una mayor cantidad de personas, el arquitecto Rafael Moneo planeó la ampliación y remodelación del antiguo edificio de hierro forjado diseñado por Alberto de Palacio Elissagne. De esta forma, se convirtió en el actual jardín y espacio recreativo. Desde entonces, está dividida en dos estaciones, reinventando el viejo espacio para convertirlo en una de las favoritas internacionales.  

Estaciones de tren de España: Atocha, Madrid
Estación de Atocha, Madrid, España | Fuente: Canva

6. Liège—Guillemins, Bélgica

Diseñada en acero, vidrio y hormigón blanco por el español Santiago Calatrava Valls, ten por seguro que su domo imponente de 200 m de longitud y 35 m de altura es digno de ver. Ubicada en Lieja, Bélgica, fue completada en 2009, cuando se reemplazó la edificación antigua que, como Atocha, debía ampliarse para la llegada de los trenes de alta velocidad. 

Estaciones de tren Bélgica, Lieja
Liège—Guillemins, Bélgica | Fuente: Canva

7. Hungerburg, Austria

Zaha Hadid fue una arquitecta anglo-iraquí que dejó su huella en muchos países rompiendo estructuras y jugando con la geometría, pero, sin duda, una obra que demuestra por qué fue tan merecido su premio Pritzker es la Estación de Hungerburg.

Su diseño futurista de las cuatro estaciones de que consta simula con vidrio grandes témpanos de hielo y ventisqueros para dar vida a una línea de funicular que apareció en escena para reemplazar al viejo tranvía (de cien años de antigüedad) y transportar a sus pasajeros por una pendiente vertiginosa. Un bellísimo recorrido que combina arquitectura y naturaleza, la ciudad y el bello escenario de los Alpes. 

Hungerburg diseñado por Zaha Hadid
Hungerburg, cuatro estaciones de funicular | Fuente: Canva

8. Sirkeci, Turquía (Estambul)

El mayor punto de conexión entre Estambul con el resto de Europa, la magnífica estación de Sirkeci, fue el resultado de una fusión entre la estética Art Nouveau y la otomana. Inaugurada en 1890, representó un golpe de modernidad absoluto para la época: con 300 lámparas de gas y azulejos importadas de Austria, esta construcción de ladrillos, torres de reloj y vidrieras es la favorita de muchos.

Como curiosidad, está bien recordar que sirvió como terminal para el famoso Orient Express, que conectaba la Gare de l’Est de París con Turquía en un viaje de 80 horas, hasta 1977.

Estaciones de tren en Turquia: Sirkeci
Estación Sirkeci, Turquía | Fuente: Canva

9. Gare do Oriente, Portugal (Lisboa)

Otra obra del español Santiago Calatrava Valls, la Estación Intermodal de Oriente comenzó a operar en Portugal en 1998. ¿No parece esta estructura moderna y futurista? Sí, por eso, quizás te sorprenda saber que está influenciada en realidad por el estilo gótico, emulando esas construcciones antiguas cargadas de piedras, contrafuertes, arbotantes, pilares y pináculos con todas las herramientas actuales.  

Gare do Oriente en Portugal
Gare do Oriente, Lisboa, Portugal | Fuente: Canva

10. Cincinnati Union Terminal, Estados Unidos (Ohio)

Esta obra maestra del Art Deco inaugurada en 1933 es, además de la entrada y salida de trenes interurbanos, un centro de museos, entre ellos el de Historia Natural y Ciencia, el infantil y la biblioteca. La obra fue diseñada por Roland Wank, de la firma Fellheimer and Wagner, y el arquitecto Paul Philippe Cret, a quienes les llevó cuatro años construir este edificio que fue nombrado Monumento Histórico Nacional y representa, hoy en día, uno de los emblemas estadounidenses por excelencia.

Cincinnati Union Terminal
Cincinnati Union Terminal, Estados Unidos | Fuente: Canva