El miedo a la oscuridad es uno de los más frecuentes durante la infancia: los terrores nocturnos suelen aparecer alrededor de los 2 años y se extienden hasta los 8 o 9. Para ayudar a tus hijos a transitar por esta etapa, es recomendable que mantengas encendida una luz suave cerca de su cama y, para eso, las lámparas nocturnas para niños, también conocidas como ‘luces quitamiedos’, resultan ideales.
Este tipo de artículos anula la oscuridad total, ilumina la habitación de forma tenue y, lejos de perturbar el sueño del bebé o del niño, lo ayudan a relajarse para lograr un descanso reparador. También te permiten entrar en el cuarto de tu hijo sin necesidad de encender la luz y, además, le brindan confianza y seguridad cuando ya se levanta solo de la cama, tanto para moverse como si necesita salir de su habitación para ir a la tuya o al baño.
En el mercado existe una amplia variedad de luces quitamiedos que pueden diferenciarse según la fuente de energía (enchufe o pilas), el tipo de iluminación (si son LED o no), el diseño (hay formas originales y divertidas que resultan muy decorativas) o el sistema de encendido y apagado (táctil o con control remoto). Además, hay modelos que proyectan coloridos dibujos en las paredes y otros con sensor de movimiento incorporado, intensidad regulable o música. ¡Incluso hay algunas que pueden personalizarse con el nombre de tu hijo!
Lo importante es saber que no existe una lámpara nocturna para niños mejor que otra, sino que debes considerar cuál es la que más se adecúa a sus necesidades. Para ayudarte en la búsqueda, desde Sapos y Princesas hemos preparado una selección de 15 luces quitamiedos con opciones originales, prácticas y divertidas.
