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Somniloquia ¿en qué consiste, por qué se produce y cómo se trata?

Somniloquia ¿en qué consiste, por qué se produce y cómo se trata?
Fuente: Pxhere
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 25.12.20

La somniloquia es una parasomnia o alteración relacionada con el sueño relativamente frecuente. Pese a que puede darse a cualquier edad, resulta más habitual durante la infancia y la adolescencia y, por sus síntomas, puede ser confundida en ocasiones con el sonambulismo. Pero nada más lejos de la realidad, pues se trata de fenómenos diferenciados que, como veremos a continuación, conllevan distintos efectos y tratamientos.

¿En qué consiste?

Como explica el doctor Gonzalo Pin Arboledas, responsable de Pediatría y de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Valencia, consiste en hablar mientras se duerme. Suele manifestarse mediante la emisión de palabras aisladas y normalmente no se recuerda nada al día siguiente, aunque en ocasiones se dilata el discurso o se producen gritos, risas o llantos.

Se calcula que afecta aproximadamente al 15% de los niños y se observa tanto en la fase REM como en la No REM. No afecta, no obstante, a la estructura del sueño más allá de la irrupción de breves despertares y, si bien se puede asociar con otras parasomnias, lo normal es que venga motivada por periodos de nervios, como el inicio del curso escolar, o con cuadros febriles.

Nervios, una causa de la somniloquia
La somniloquia puede surgir durante etapas de agitación y nervios | Fuente: Pixabay

¿Somniloquia o sonambulismo?

A simple vista, las actitudes aparentemente propias de estados conscientes que se dan en quienes padecen somniloquia y sonambulismo podrían hacernos confundir ambos fenómenos. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria indica, sin embargo, que el segundo trastorno implica movimientos y conductas no deseables o molestas, como levantarse, caminar e incluso correr.

De hecho, en ocasiones, el sonámbulo es capaz de llevar a cabo tareas complejas como abrir puertas con llave, manipular objetos, comer, bajar escaleras o salir a la calle. Normalmente mantiene los ojos abiertos y puede emitir palabras y frases sin significado. Mientras dura el episodio, resulta complicado despertar al paciente y, a su fin, este se vuelve a dormir plácidamente y rara vez recuerda algo por la mañana.

Se sospecha que existe una influencia genética en su aparición, aunque hay otros factores de riesgo que pueden provocar su aparición, como los siguientes:

Al igual que la somniloquia, el sonambulismo se da, más o menos, en un 15% de los niños y casi siempre resulta suficiente el asesoramiento proporcionado por el mismo pediatra. Cuando comienza a edades muy tempranas o tardías, se intensifica la frecuencia o se produce una alteración excesiva de la vida del niño, es conveniente remitirlo a una Unidad de Sueño para que se establezcan tratamientos más específicos.

Lo más común, no obstante, es que se trate de episodios benignos que desaparecen con el tiempo. Requieren, eso sí, una serie de precauciones para disminuir la posibilidad de lesiones y llevar al afectado de vuelta a la cama. Porque, según advierte la AEPAP, es mejor no despertarle y permitir que siga su sueño, pues de lo contrario podría aumentar su agitación y la propia duración del fenómeno.

Somniloquia y sonambulismo
El sonambulismo y la somniloquia están relacionados, pero no son lo mismo | Fuente: Pixabay

Causas y tratamiento de la somniloquia

La herencia es también la causa más influyente en la aparición de la somniloquia, aunque existen factores de riesgo como el nerviosismo y la ansiedad. Se presenta en la misma proporción en hombres y mujeres y no entraña ningún problema de seriedad, más allá de la interrupción del descanso de otros miembros de la familia cuando los sonidos emitidos son intensos.

Su duración es generalmente de segundos y quienes la padecen no suelen recordar nada de lo ocurrido. Se produce con relativa frecuencia durante los episodios de sonambulismo, algo que, como hemos visto, no debe llevar a confusión entre ambos sucesos, puesto que la somniloquia es siempre benigna y no requiere de tratamiento médico alguno.