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Picaduras de insectos en niños, cuáles son las más frecuentes y cómo podemos evitarlas y tratarlas

Picaduras de insectos
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 17.06.21

La mayoría de picaduras de insectos no suelen conllevar consecuencias graves en nuestro país, dada la ausencia de especies autóctonas excesivamente peligrosas. Algunas de ellas, no obstante, pueden llegar a producir complicaciones por la susceptibilidad particular de un individuo, una amenaza muy poco frecuente pero que no debemos obviar por la gravedad de este tipo de situaciones potencialmente fatales. Con el fin de minimizar las probabilidades al respecto, os contamos qué opciones tenemos a nuestro alcance para proteger a los niños y cómo han de tratarse las zonas afectadas cuando no haya sido posible prevenir el ataque.

Cuáles son las picaduras de insectos más comunes

Aunque todas las lesiones puedan parecernos similares, lo cierto es que son causadas por dos tipos de animales. Unos son los hematófagos, que causan diferentes daños tras alimentarse de nuestra sangre, y otros los venenosos, que introducen sustancias tóxicas en el organismo. Los más habituales en España son:

Insectos hematófagos

  • Mosquitos: su mordedura, en concreto la de los ejemplares hembra que necesitan el fluido sanguíneo para producir huevos, suele causar habones. Pese a que las picaduras de mosquito no revisten normalmente gravedad, pueden producirse reacciones locales intensas e incluso fiebre cuando existe alergia a su saliva.
  • Garrapatas: lo más normal es que se queden adheridas a la piel y, a medida que chupan la sangre, vayan aumentando de tamaño. En ocasiones, sin embargo, pasan desapercibidas hasta que, días después, se aprecia una costra negra.
  • Pulgas y chinches: ambos provocan pápulas en las zonas circundantes a las mordeduras, pudiendo agravarse con la aparición de urticaria o de reacciones alérgicas en el caso de las chinches. En los escenarios más extremos, es posible observar cuadros anafilácticos que han de ser tratados inmediatamente por ser potencialmente mortales.
    Picaduras de insectos: las chinches
    Las picaduras de las chinches pueden llegar a causar reacciones alérgicas graves | Fuente: Pxhere

Insectos venenosos

  • Avispas y abejas: el habón ocasionado es más doloroso, aunque pasadas unas horas suele ir disminuyendo. Algunas personas, no obstante, pueden ser alérgicas al veneno y sufrir anafilaxia, siendo necesario el tratamiento urgente a través de antihistamínicos, corticoides o adrenalina por por vía intravenosa.
  • Arañas y escorpiones: pese a que las picaduras de ambas criaturas suelen ser ser molestas, las variedades de las mismas existentes dentro de nuestra fronteras no son excesivamente peligrosas.

Repelentes, ¿a partir de qué edad y cómo deben emplearse?

La Asociación Española de Pediatría define los repelentes como compuestos químicos que, aplicados de forma tópica, interfieren con los insectos e impiden que estos se fijen en la piel y nos piquen. Los más efectivos y utilizados contienen los siguientes principios activos:

  • DEET, eficaz contra la mayoría de los artrópodos y disponible en lociones, cremas y rociadores. No debe emplearse en niños menores de 2 años.
  • Icaridina, muy extendida y efectiva para mantener alejados a muchos tipos de insectos. Al no existir conclusiones sólidas sobre su uso en menores de 6 meses, no se aconseja su aplicación durante dicha franja de edad.
  • IR-3535, piretrina, citriodiol y citronela: aunque su eficacia está probada, existe un menor conocimiento científico en comparación con los anteriores componentes.

Hay muchos productos y remedios naturales, advierte la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior, que se presentan como seguros y útiles para reducir el riesgo de las picaduras de insectos sin una base científica suficiente que respalde su idoneidad. Incluso hay casos en que la evidencia indica una falta de utilidad inequívoca. Entre dichas alternativas destacan:

  • Diversos aceites esenciales
  • Dispositivos electrónicos
  • Muñequeras, y tobilleras impregnadas de repelentes
  • Dispositivos electrocutadores
  • Trampas de mosquitos por olor
  • Toma por vía oral de vitamina B1
  • Ingesta de ajo
    Ajos, ineficaces para evitar las picaduras de insectos
    Los ajos, remedio ineficaz para prevenir las picaduras de insectos | Fuente: Pixabay

¿Qué otras medidas preventivas podemos adoptar?

Dejando a un lado los métodos químicos, existen otros modos de prevenir las picaduras de insectos o, cuanto menos, de reducir las probabilidades de que se produzcan. Si bien los mosquitos tigre pueden atravesar la ropa, tener la piel cubierta por alguna prenda dificulta el ataque de la variedad común. Las mosquiteras son otra alternativa útil para impedir el paso de estas especies a determinadas zonas. Por último, se recomienda evitar el uso de perfumes, de colores intensos al vestir, así como de flores utilizadas como complementos, y los paseos por zonas que circunden masas de agua con poca corriente como los pantanos o los tramos lentos de los ríos.

En cuanto a las avispas y abejas, además de rehuir de las tonalidades vivas en la indumentaria, resulta aconsejable no comer ni beber al aire libre en zonas específicas en las que habiten. Tampoco debemos aproximarnos a colmenas o avisperos y, cuando se nos acerquen, es importante no hacer movimientos bruscos. Por su parte, los escorpiones acostumbran a permanecer bajo las piedras, por lo que hemos de procurar que los niños no las levanten ni las muevan cuando nos encontremos en entornos naturales.

Tratamientos para aliviar los síntomas de las picaduras de insectos

La pediatra Mar López Sureda, de cara a tratar picaduras de mosquitos, avispas, garrapatas, pulgas y arañas, aconseja lavar el área con agua y jabón, con cuidado de no romper ninguna ampolla que pueda haber salido. También podemos aplicar frío mediante hielos envueltos en un trapo fino y, cuando la inflamación lo requiera, puede ser conveniente la toma de antihistamínicos y corticoides. En cualquier caso, cuando se detecten síntomas como la urticaria o la dificultad para respirar, debemos contactar de inmediato con el servicio de emergencias o acudir a un centro médico cercano.

Si tenemos que extraer una garrapata, necesitaremos unas pinzas con las que sujetar al animal por la cabeza. Posteriormente, hay que tirar de manera uniforme pero lenta y perpendicularmente con respecto a la piel, en un proceso que nos llevará aproximadamente un minuto y en el que no retorceremos ni apretaremos el cuerpo. Tampoco aplicaremos aceites, vaselinas, humo ni alcohol y, en caso de que se quede dentro parte del organismo, solicitaremos asistencia especializada. En el caso de los escorpiones, desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica recomiendan mantener a los pacientes con reacciones graves, sobre todo si son menores de 15 años, en una Unidad de Cuidados Intensivos.