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Salud Infantil

Cómo prevenir y tratar la otitis infantil y los oídos taponados

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Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 11.07.12

Según la Asociación de Pediatría Española (APE) entre un 80 y un 90% de niños sufrirá algún caso de otitis en sus primeros años de vida. Los niños y los bebés son los más vulnerables a padecerla, sobre todo durante el invierno, pero, dado que durante la época estival pasan mucho tiempo en remojo, la infección aparece a menudo, producida por el agua de la piscina o la playa.

¿Qué es la otitis?

La otitis extrema, causada por una inflamación e infección del oído medio, se conoce también como otitis del nadador. Se trata de una infección del conducto auditivo externo que ocurre con frecuencia en verano en los niños debido a la combinación de agua y calor. Afecta, sobre todo, a los niños que pasan largo tiempo en el agua, por ello suele ser más frecuente en los meses de verano.

¿Cuál es la causa?

La Dra. María Jesús Pascual Marcos, Pediatra Infantil del Hospital Nisa de Aravaca, nos comenta que la humedad en el conducto auditivo externo provoca la proliferación de bacterias y hongos. Aunque, además de la humedad, puede estar provocada por cualquier cosa que irrite el conducto: eccemas, sequedad excesiva, rascado o limpieza enérgica con los bastoncillos, o traumatismo con objetos punzantes.

¿Cuáles son los síntomas?

Sus síntomas son dolor de oído intenso (otalgia intensa). A veces este va precedido de picor, otras puede acompañarse de supuración escasa. Aunque no es lo habitual, en algunas ocasiones, puede ir acompañado de fiebre.

El tratamiento adecuado

Generalmente su tratamiento consiste en la administración oral de antiinflamatorios (ibuprofeno) junto a la instilación de gotas tópicas con antibiótico y corticoides en el oído durante 7-10 días. A veces, incluso, puede ser necesario el uso de antibióticos orales. Durante el tratamiento no se deberá mojar el oído en ningún momento, afirma la Dra. Pascual Marcos.

Prevención

Con el fin de evitar esta infección infantil tan habitual, Joan Francesc Horvath, responsable de Audiología en Óptica & Audiología Universitaria, enumera unas pautas de actuación para niños en verano:

  • Evitar la entrada de agua en el conducto auditivo con la utilización de tapones de baño a medida. Se adaptan a la forma del oído independientemente del tamaño de este.
  • Vigilar que los niños no pasen mucho rato sumergidos en el agua.
  • Al finalizar el baño, inclinar su cabeza para que caiga el agua y secar así los oídos, dando ligeros golpes o utilizando difusores de agua marina que limpien la zona de cualquier cuerpo extraño.
  • Secar bien los oídos. Con mucho cuidado y sin apretar, utilizar la esquina de una toalla o una gasa, o buscar en centros de audiología los productos específicos para hacerlo.
  • Equilibra la presión. Bostezar, incluso imitar ese gesto, o masticar chicle contribuirá a equilibrar la presión de los oídos. El movimiento de los músculos ayudará a solucionar el oído taponado.
  • Usa la fuerza de la gravedad como aliada. Si a pesar de secar los oídos sigues notando molestias, recuéstate sobre una toalla limpia y seca del lado que te incomode, únicamente por la zona externa. La combinación de esta postura con el calor natural que se genera ayudará a drenar el agua que quede en el conducto auditivo y ayudará a destaponar los oídos.
  • Prohibido introducir cuerpos extraños. Los oídos son una estructura muy sensible por lo que, para evitar daños que pueden ser irreversibles, nunca hay que recurrir a bastoncillos u otros objetos para destaponarlos. Los cuerpos extraños pueden provocar lesiones en esta zona tan sensible y, además, al retirar el cerumen, los oídos quedan más vulnerables ante infecciones.
  • Evita corrientes de aire. Cuando el baño no es posible, el aire acondicionado puede convertirse en una solución frente al calor sofocante. Las corrientes que genera, a baja temperatura, pueden incidir en nuestros oídos provocando dolores y molestias, por lo que habría que evitar el aire frío directo.
  • Es aconsejable que los niños que tienen más propensión a sufrir otitis prioricen el agua salada a la de la piscina.

Siempre deberéis acudir a un especialista, para que estudie el caso y proponga el tratamiento más adecuado, si duele el oído excesivamente, la supuración es muy abundante o el oído está cerrado por inflamación.

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