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Guía para elegir mochilas infantiles correctamente

Guía para elegir la mejor mochila
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 25.06.21

Las mochilas son extremadamente útiles en diversas ocasiones para transportar lo que se necesita en un momento dado, tanto para los adultos como para los niños. Estos últimos, de hecho, suelen utilizarlas durante todo el año escolar para transportar los libros y el resto del material que necesitan en el colegio o instituto. Por ese motivo, es fundamental saber elegir correctamente mochilas infantiles para no acabar dañando su espalda.

A la hora de elegir su mochila, el principal aspecto que interesa a niños y niñas es su diseño, el dibujo o la marca. Son los padres los que tienen la obligación de decidir qué modelo es el más adecuado para que no perjudique su salud.

Recomendaciones generales para elegir mochilas

El punto principal cuando se vaya a elegir una mochila infantil, ya sea para el colegio o para otra actividad, es que se ajuste a las necesidades y características del niño. En este sentido, es imprescindible tener en cuenta la edad, la talla y el peso.

1. Peso

Aunque no existe una legislación específica sobre este producto, siempre es importante comprobar si cuenta con el sello CE, que certifica que la mochila ha sido fabricada con los estándares de la Unión Europea.

El peso de la mochila llena, según las organizaciones médicas, nunca debe superar el 10% del peso corporal para un trayecto normal y del 15% en el caso de que el trayecto sea más largo.

Este requisito es fundamental para que no aparezcan dolencias, sobre todo dolores en la espalda, ocasionadas por la sobrecarga.

2. Tamaño

En cuanto el tamaño, es importante su altura no sea superior a la del tronco. Así, la zona inferior ha de quedar a la altura de la cintura o, como mucho, unos 5 centímetros por encima. El ancho, por su parte, no debe superar la medida horizontal de la espalda del pequeño.

3. Compartimentos

Otro aspecto que se debe comprobar antes de decidirse por una mochila es si cuenta con compartimentos suficientes. Su presencia ayuda a distribuir el peso de manera más homogénea. La recomendación, en el caso de las mochilas escolares, es que al menos cuente con dos de esos compartimentos.

4. Sujeción

En el caso de elegir una mochila con correas, estas deben ser anchas y fuertes. Además, es importante que estén acolchadas y que su longitud pueda regularse para permitir un mejor ajuste al cuerpo. Algunos modelos incorporan correas delanteras para que el peso se distribuya de manera más adecuada. Por último, el respaldo también debe ser acolchado.

5. Movilidad

¿Con ruedas o sin ellas?

Un tipo de mochila que suele gustar mucho a los niños son las de ruedas. En principio, pueden parecer más prácticas y seguras para la espalda, pero su uso prolongado no está exento de problemas.

En este caso, los problemas aparecen en la muñeca debido al tipo de agarre que estas mochilas necesitan. La recomendación general es evitar usarlas si el trayecto que se va a recorrer con ellas incluye alguna escalera u obstáculos parecidos.

Además de las mochilas clásicas que se llevan en la espalda y las de ruedas, existe otra opción muy popular entre los adolescentes: las mochilas bandoleras. Por sus dimensiones, solo se recomiendan para transportar objetos no demasiado pesados.

Niños en patín con mochilas
Fuente: Canva

Otros usos

¿Y para las excursiones?

Sin duda, el principal uso de las mochilas que hace la población infantil es el escolar. Sin embargo, también son muy útiles en otras situaciones, como las excursiones o el senderismo.

En este último caso son los adultos quienes transportan los materiales más pesados, pero es buena idea que los niños lleven su propia mochila para que aprendan a colaborar y se sientan partícipes de la organización del recorrido. Los más pequeños nunca deberían llevar más que algo de comida y bebida, mientras que los mayores pueden empezar a transportar algunos objetos más.

Es imprescindible que este tipo de mochila sea cómoda y que sea adecuada para la edad del niño y a la actividad que se haya planeado. Entre otras características, las correas deberían ser acolchadas y ajustables para que se adapte mejor al cuerpo de su usuario.

No deben elegirse modelos de mochila que no estén dotadas de un cinturón de pecho y cadera para distribuir mejor el peso. La zona de la espalda debe contar con ventilación y el material ha de ser de buena calidad. Por último, es conveniente incluir un cobertor para lluvia.

Respecto a la capacidad, la norma es exactamente la misma que con las mochilas escolares: no superar el 10 % del peso corporal del niño. Conforme van creciendo, a partir de los 12 años, esa proporción pueden ir incrementándose poco a poco hasta alcanzar el 15 o el 20 %.

Esa limitación influye en las medidas recomendadas para las mochilas infantiles destinadas al senderismo. Hay que tener en cuenta que no deben ser más largas que la espalda del pequeño y es aconsejable que quede unos 5 centímetros por debajo del hombro.

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