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El paso de la cuna a la cama: Ideas para facilitar el proceso

De la cuna a la cama
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 19.10.19

El momento de pasar de la cuna a la cama es complicado ya que requiere un aprendizaje y maduración emocional; tanto por parte del bebé como de los padres. Lo más importante es que este tenga una rutina. Solo así se sentirá seguro porque sabe lo que va a venir después. Con los hábitos del sueño ocurre igual: si todas las noches hacemos lo mismo y con el mismo orden, lo comprenderá rápido. No obstante, con estas pautas veréis que es más sencillo de lo que parece.

La importancia de involucrarle en el cambio

Cuando tiene más de 18 o 20 meses, podéis tomar la decisión de pasarlo de la cuna a la cama. Eso sí, los padres debéis estar seguros de que es el momento adecuado. Además, tenéis que comprobar que no haya ningún otro cambio, por ejemplo que os vayáis de vacaciones o que nazca otro hermano.

Llegados a este punto, es esencial hacerle participe en el proceso. Para ello es importante presentarle la cama y decirle algo así: “Como ya eres mayor, te hemos comprado esto para ti solito. En unas noches, cuando tengamos todo listo, podrás dormir aquí”. No os alarguéis mucho en las explicaciones. Eso sí, es necesario que respondáis a sus dudas con información concisa y coherente. Es muy recomendable ir con él a comprar las sábanas, la colcha y la almohada. Que ese sea su momento. Dejadle elegir. Aunque os guste más el cojín azulado, si él quiere el amarillo fosforito, coged ese. No solo se sentirá partícipe sino escuchado y valorado. Al fin y al cabo, este cambio no es más que un “me estoy haciendo mayor”.

¿Cómo estimular el proceso de pasar de la cuna a la cama a través del juego?

Está clarísimo que todo se entiende mejor a través del juego. Por este motivo proponemos algunos juegos que os ayudarán a llevar a cabo este proceso tan importante.

Si vuestro bebé tiene alrededor de 12 meses es posible que ya repita acciones de la vida cotidiana, hará que “come” con una cuchara de mentira o se puede tumbar en el suelo como si “fuera a dormir”. Y es entre los 18-24 meses cuando hará esto mismo con sus muñecos. Por eso, es una buena idea que juegue a dormir a los peluches. Para ello, tenéis que interpretar vuestra mejor actuación y hacer con el juguete lo mismo que haríais con vuestro hijo. Cantadle la misma canción o contadle un cuento. Podéis meterlo en una camita (usad una caja, un cojín, un pañuelo doblado o incluso un tabla de madera). Y entonces muy claramente decirle: “shhhh, toda la noche en tu camita”. El primer día que juguéis a esto puede que vuestro hijo se quede asombrado mirando o puede que no haga mucho caso. Hay que insistir. Seguro que pronto comienza a imitar vuestros movimientos.

De la cuna a la cama
Fuente: Canva

¿Qué hacer para que se sienta seguro?

  • Hablad mucho con él aunque creáis que no os está entendiendo.
  • Agachaos para estar a su altura cuando le queráis explicar algo.
  • Consoladlo siempre que llore, no dejéis que se quede solo.
  • Si tiene un berrinche, primero tratad de calmarlo y luego hablad con él. Los primeros días del proceso de pasarle de la cuna a la cama serán los más difíciles puesto que es un gran cambio. Si queréis estar a su lado un rato mientras duerme, hacedlo.
  • Generad una rutina idéntica cada noche. Contar un cuento, cantar siempre la misma nana o cosas que le gusten pero que sean tranquilas.

¿Qué hacer si se despierta?

  • Acudid a verlo sin encender la luz, tumbaos a su lado e intentad que se tranquilice.
  • Atended a sus llantos. Para ellos es fundamental saber que esto ocurrirá ya que les aporta seguridad.
  • A veces son pesadillas, ni siquiera se despiertan, lloran mientras siguen durmiendo. Es importante que os tumbéis junto a ellos para que noten vuestra presencia. Esperad a que se calmen tratando de no espabilarlos.

¿Qué sucede si no lo conseguimos?

Cada niño es diferente y a unos les cuesta más adaptarse al paso de la cuna a la cama pero, en general, todos acaban lográndolo. Tenéis que tener paciencia pero, si os sentís muy desesperados, siempre podréis consultarlo con el pediatra.

Noelia Esteban De la Casa
Pedagoga y Co-directora
Espacio Babú