Consejos
Salud Infantil

Las crisis de lactancia: qué son y cómo actuar ante ellas cuando afectan a tu bebé

Crisis de lactancia: madre que ya no sabe qué hacer
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 09.07.22

Las crisis de lactancia son periodos en los que el bebé se muestra muy inquieto durante las tomas. Se pelea con el pecho, llora y es fácil que la madre piense que se ha quedado sin leche y que su hijo pasa hambre. Sin embargo, comprender qué está ocurriendo y saber cómo debemos actuar, aporta mucha tranquilidad a las madres y es clave para evitar el abandono precoz del amamantamiento.

Qué son las crisis de lactancia

Son los periodos en los que el bebé no está conforme con la producción de leche de su madre, se queja cuando está al pecho, de manera que las tomas se convierten en un momento complicado. Pero lo primero que conviene aclarar es estas fases forman parte del proceso natural de la lactancia materna, de ahí la importancia de conocer bien su funcionamiento.

Cómo funciona la producción de leche

La leche materna es el alimento ideal para la cría humana y la OMS recomienda que sea el exclusivo hasta los 6 meses de edad. A partir de entonces aconseja combinarla con otros alimentos y seguir amamantando hasta los dos años o hasta que madre e hijo lo deseen.

Su producción se regula según las necesidades del bebé. Si demanda más, será mayor. De la misma manera, si demanda menos, bajará.

En este proceso, las hormonas principalmente implicadas son la oxitocina y la prolactina, encargadas de la producción y eyección de leche.

Crisis de lactancia
La cantidad de leche que produce la madre depende de lo que el bebé demanda | Fuente: Canva

¿Por qué aparecen las crisis de lactancia?

Este mecanismo, que aparentemente está perfectamente regulado, no siempre se mantiene y el bebé se muestra enfadado e incómodo, lo que suele causar mucha ansiedad en la madre, que siente que su hijo se queda con hambre. Si no se sabe lo que está ocurriendo, es fácil caer en el error de pensar que hace falta un suplemento de leche artificial.

El motivo principal por el que aparecen es el aumento de las necesidades energéticas y nutricionales del niño, que se encuentra en un momento de rápido crecimiento. De ahí que a este fenómeno se le llame también crisis o brotes de crecimiento, como explican en un artículo de la Asociación Alba Lactancia Materna.

Cuando la demanda sube, el bebé se dedica a estimular de forma continuada el pecho de su madre. De este modo consigue aumentar la producción hasta alcanzar la cantidad precisa para satisfacer sus nuevas necesidades.

Por ello, si en los periodos de crisis la madre opta por ofrecer suplementos de leche artificial, creyendo que su hijo o hija pasa hambre, lo que consigue es que se sacie, pero no estimula la producción de leche, que es precisamente lo que pide en ese momento.

Cuando esto ocurre, el bebé no es capaz de obtener únicamente con el pecho la cantidad de alimento que en ese momento su organismo requiere, y pasará a necesitar ese suplemento de manera continuada. Esto supone, en muchas ocasiones, el principio del fin de la lactancia.

Cuántas hay y qué podemos hacer

Debido a que la mayoría de los niños y niñas se comportan de manera similar, se ha podido estudiar qué ocurre en estos periodos, y se han descrito las fases de inestabilidad más habituales, como explica la Asociación Española de Pediatría. Aunque no todos pasan por todas ellas, ni lo hacen con la misma intensidad y duración. Veamos cuáles son:

1. Crisis de las 3 semanas

Los recién nacidos son bastante caóticos a la hora de realizar las tomas y todavía les cuesta succionar y agarrarse correctamente, lo que hace que se alarguen mucho.

Alrededor de las 2 o 3 semanas de vida, puede que el bebé quiera mamar continuamente y que se enfade si no está haciéndolo.

Lo que está ocurriendo es que el niño necesita aumentar la producción de leche de su madre y la forma de conseguirlo es estimulando el pecho más veces y durante más tiempo. Una vez consiga aumentar el volumen de alimento, lo que suele suceder en el plazo de 3 a 5 días, volverá a su ritmo acostumbrado.

Para descartar cualquier otro problema subyacente, observa que tu hijo o hija haya recuperado el peso del nacimiento y que haga deposiciones. Si todo está en orden, no hay motivos para preocuparse. Lo mejor es acompañar sin interferir.

Crisis de la lactancia: el bebé llora
El bebé llora y se siente incómodo al pecho en estas fases | Fuente: Canva

2. Crisis de las 6 semanas

Al mes y medio de vida, más o menos, aparece la segunda. El bebé, nuevamente, debe aumentar la producción de leche y lo va a hacer del modo que él sabe. La conducta del niño será parecida a la que hemos comentado en la crisis anterior: mayor demanda del pecho y comportamiento inquieto y molesto durante las tomas.

Por otra parte, alrededor de las 6 semanas, el sabor de la leche cambia y se vuelve un poco más salada. Esta variación en el sabor puede desagradar a algunos niños.

Sin embargo, una vez más, este proceso es transitorio y en pocos días la situación vuelve a la normalidad. Acompañarlo y respetar su alta demanda es clave para que la producción aumente y se regule otra vez.

3. Crisis de los 3 meses

Esta es la más complicada porque afecta a la mamá y al niño, y la situación puede tardar varias semanas en estabilizarse.

De repente, el bebé que antes pasaba largos ratos enganchado al pecho ahora mama durante unos minutos y se suelta. Esto es debido a que se mejora la técnica de la lactancia y adquiere más fuerza de succión.

El sistema de producción también cambia, y el pecho fabrica y eyecta leche cuando recibe estímulo. De ahí que tarde un par de minutos en salir desde que el bebé empieza a mamar, y eso le enfada e inquieta y hace que llore nada más empezar la toma.

Nuevamente estamos ante un aumento de sus necesidades, que esta vez coincide con la aparición de muchos cambios en lo que respecta a su desarrollo. Es el inicio de su etapa de explorador del mundo que le rodea, lo que hace que se distraiga fácilmente con cualquier objeto, luz o sonido.

Por todos estos factores, la crisis de los tres meses es la más larga y el motivo de muchos abandonos de la lactancia.

crisis de lactancia: paciencia y acompañar
Lo mejor que podemos hacer durante estas crisis es tener paciencia y acompañar | Fuente: Canva

4. Crisis del año y de los 2 años

Estas son menos conocidas debido al menor porcentaje de niños que siguen tomando el pecho a esa edad. En estos periodos las madres sienten que sus hijos vuelven a querer mamar con mayor frecuencia y muestran menos interés por los alimentos.

Terminar con la lactancia para que coman más o se muestren más independientes no solucionará el problema; al contrario, puede hacer que coman igual de poco (pero sin la leche de su madre). Es un periodo transitorio, y el pecho les genera seguridad y confort.

Maria Marqués-Feliu
Dietista-Nutricionista maternoinfantil
Asesora de lactancia
Mama Nutrición y Lactancia