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10 Momentos en los que debes limitar el tiempo de las pantallas a tus hijos

Momentos sin pantallas
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 18.07.22

Actualmente, los momentos sin pantallas en la vida cotidiana son casi inimaginables. Llegaron para quedarse y, en este mundo digitalizado, incorporamos la presencia de dispositivos electrónicos para todo, con diferentes formatos y funciones. La televisión, la tableta, las consolas, los ordenadores, los portátiles y los móviles. Todos están presentes nuestro día a día y, probablemente, te hayas acostumbrado a utilizar aplicaciones para casi cualquier actividad, y pasarás buena parte de tu vida personal y laboral frente a alguna pantalla. 

Si bien esta tendencia nos facilita mucho las cosas, ¿cómo influye en los niños y cómo evitar un uso excesivo? ¿Podemos lograr que nuestros hijos pasen momentos sin pantallas, conectados con su entorno?

Volver a conectar con lo real y el movimiento

Después de una pandemia que nos llevó súbitamente a un mundo lleno de interacciones virtuales, debemos reafirmar en ellos, más que nunca, un empleo sano de los dispositivos electrónicos. El ‘detrás de escena’ de los móviles y las consolas, no siempre es positivo.

En un comunicado de prensa, la OMS relaciona los momentos que los niños pasan frente a las pantallas con una pasividad nada saludable que puede provocarles problemas en el futuro. En dicho texto, la doctora Fiona Bull comenta que “aumentar la actividad física, reducir el sedentarismo y garantizar un sueño de calidad en los niños pequeños mejorará su salud física y mental”. Y agrega que este comportamiento ayudará a “prevenir la obesidad infantil y las enfermedades asociadas a ella en etapas posteriores de la vida”.

Así pues, es muy necesario ayudar a que los niños vuelvan a jugar y a interactuar con su entorno real, para salir de la virtualidad y asegurarles el movimiento necesario para crecer sanos.

10 Momentos en los que conviene evitar que tus hijos estén con las pantallas

1. Cuando estéis comiendo fuera

Es un momento de ocio compartido y usualmente familiar, en el que aprovechamos para disfrutar de una experiencia fuera de casa. Pasar un buen rato en compañía y sin distracciones refuerza nuestros vínculos. Además, los estudios demuestran que cuando no prestamos atención mientras comemos, por ejemplo, por estar demasiado enfocados en el móvil, tardamos en procesar la sensación de saciedad y no la registramos, por lo que comemos más y peor.

Momentos sin pantallas comida familiar
Comer fuera es un momento de disfrute en familia | Fuente: Canva

2. Camino al cole o a la vuelta del cole

Este es otro momento esencial en el que los niños y las niñas deberían evitar todas las posibles distracciones. Tanto si van y vuelven caminando o en algún transporte, conviene que sepan, desde que son pequeños, que en la calle hay que prestar máxima atención. Recordemos también que, sin quererlo, podrían lastimarse al estar pendientes de lo que sucede en la pantalla.

3. En la habitación a solas

Es muy importante que los niños tengan cuidado y estén supervisados al utilizar los dispositivos electrónicos, ya que no podremos evitar que, por curiosidad, accedan a algún sitio o aplicación que no sea adecuada para su edad. Hay muchas cosas en Internet que pueden ser perjudiciales para ellos, por lo que no se recomienda que pasen tiempo a solas en su habitación sin supervisión

El consumo seguro de Internet, juegos y televisión es tan relevante como cualquier otra enseñanza que queramos inculcarles, por lo que debemos estar pendientes de sus momentos frente a las pantallas

Momentos sin pantallas para una mejor salud
El tiempo pasivo frente a las pantallas puede ser perjudicial | Fuente: Canva

4. Juegos y espacios familiares

¡Toca divertirnos en familia! Formar vínculos sanos basados en la comunicación, la presencia activa y aprender a compartir con los demás resulta esencial en la vida de todo niño. Aprender a crear espacios de atención en grupo, fuera del ámbito de la virtualidad, es un buen método para reforzar la vinculación lúdica. Los juegos de mesa, o aún mejor, los que impliquen movimiento, son experiencias divertidas que podemos aprovechar para acompañar a nuestros hijos.

5. Cuando lloran

Es común no resistirse al impulso de ‘consolar’ a nuestros hijos dejándoles utilizar dispositivos y pantallas cuando sufren algún disgusto o percance. Tratar de aplacarlos de este modo no solo es algo poco eficaz, porque no siempre los va a calmar, sino que, además, puede reafirmar en ellos la sensación de ausencia. Es cierto que necesitan sus momentos de ocio, pero si están angustiados o enfadados, hay que priorizar siempre la comunicación verbal y constructiva.   

6. Cuando juegan con amigos

Al igual que en los momentos familiares, debemos animarlos a forjar vínculos reales en los cuales puedan disfrutar de lo que sucede a su alrededor. Algo que es importante considerar también es que a muchos niños les gustan los juegos más activos, por lo que el acceso a las pantallas puede ser peligroso, por ejemplo, si corren con el móvil o la tableta en la mano.  

7. Cerca de las piscinas o en el baño

Todos sabemos que el agua y los artefactos electrónicos son incompatibles, pero a veces, por distracción, pueden suceder accidentes domésticos que podemos evitar.  

8. Cuando tienen responsabilidades y dificultad para concentrarse

Nos sucede a todos, incluso a los adultos. ¿Por qué no les iba a pasar a nuestros hijos? La concentración es más difícil cuando estamos sobreestimulados, por lo que tener acceso a todo tipo de pantallas, sobre todo en la época de la procrastinación, ayuda a que se distraigan fácilmente. Si tienen deberes, lo mejor es limitar su uso o evitarlo.  

9. Antes de los 2 años de edad, nada de pantallas

Las últimas investigaciones que estudian el cerebro de los bebés y los niños pequeños muestran que la exposición a las pantallas reduce su capacidad para leer las emociones humanas, entre otras cosas. La razón es simple: aprenden de las interacciones y de su contacto lúdico y real con el mundo, y no de una máquina. Las imágenes producidas por los dispositivos electrónicos pueden confundirlos y retrasar ese aprendizaje, abrumándolos de estímulos vacíos. 

10. Antes de dormir

La luz azul que emiten las pantallas influye directamente en los ritmos circadianos del sueño. La doctora Sonia Montilla Izquierdo, neurofisióloga clínica del Centro de Medicina del Sueño del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, recomienda evitar el uso de aparatos electrónicos con este tipo de luz media hora antes de acostarse. Esta exposición provoca dificultad para conciliar el sueño, ya que “el destello de la iluminación del teléfono móvil o la tablet altera la melatonina, que es la hormona que induce a la fase REM del sueño, en la que nuestro cerebro se reorganiza y descansa”.