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Psicología y salud mental

6 Razones por las que no debes regañar a tu hijo en público

Por qué no hay que regañar a los niños en público
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 23.11.22

Para un niño o una niña, la relación con sus figuras de cuidado es la más importante. Repercute en sus necesidades biológicas, emocionales y sociales, que serán cruciales para su desarrollo. Este vínculo construye la base de las creencias sobre sí mismo, su autopercepción y su concepción del cariño. Y afecta (para bien y mal) a la manera en que se formarán sus futuras relaciones. Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, es fácil imaginar por qué no debes regañar a tu hijo en público. 

Sí, la crianza es difícil, y no hay un manual que aúne el modo correcto de proceder que contenga la verdad absoluta. Entre el cansancio y las frustraciones de la vida cotidiana, muchas veces reaccionamos de formas que podrían ser perjudiciales para ellos, y en la práctica todo parece cuesta arriba.

6 Razones para no reprender a tu hijo delante de otros

Todos somos diferentes y escogemos distintos modos de aplicar disciplina en casa, pero los expertos se pronuncian cada vez más sobre este asunto y valoran aspectos como la influencia en su desarrollo cognitivo, por lo que avanzamos mucho más a la hora de comprender las necesidades infantiles. Te contamos, a continuación, los motivos por los que deberías evitar esta práctica dañina.

1. Afecta a su autoestima

La infancia es una etapa llena de desafíos, ya que la mente está en plena construcción, por lo que este asunto hay que verlo desde otra perspectiva: ¿a qué adulto le gusta que su jefe lo regañe o lo corrija ante todos los demás? Su jefe, una pareja, un amigo, una figura importante; el factor social influye, no solo en la reprimenda, sino en la exposición que esta genera.

Ahora bien, con todas las herramientas de un adulto, es más fácil de sortear. Podemos ir a tomar el aire, incluso entenderlo, procesarlo y defendernos. Pero, ¿qué pasa cuando quien recibe la regañina frente a todos es un menor que aún está forjando su autoestima y que utiliza nuestros parámetros como referencia?

No es lo mismo un niño o una niña que aún no percibe sus propias cualidades que un trabajador formado que conoce perfectamente sus capacidades, por lo que la humillación pública solo engrosará la sensación de inferioridad y lo llevará a sentirse observado y agobiado, con sus ‘faltas’ expuestas y en estado de extrema vulnerabilidad.

Regañar a tus hijos en público afecta a su amor propio
Regañar a tus hijos en público causa daños en su autoestima y amor propio | Fuente: Canva

2. Se puede naturalizar y repetir

En muchos casos, aquellos niños que acosan a otros en el colegio están repitiendo situaciones que viven en sus hogares o que ven como naturales. Uno de los factores emocionales determinantes en la formación de personalidades de este tipo es, justamente, recibir alguna clase de acoso en casa. Las fuertes reprimendas realizadas ante otras personas podrían tener consecuencias y procesarse de este modo. 

Además, esto inhibe las habilidades sociales para manejar situaciones de manera positiva. Ya sea repitiendo ese patrón de acoso sobre otros o naturalizando el hecho de recibirlas, no debemos normalizar que los menores queden expuestos en su vulnerabilidad.

3. Además de dañino, es ineficiente

Hay muchas formas de aplicar disciplina y enseñar a los niños lo que está bien, y algunas, además de ser más eficaces, son más amables a largo plazo. Además de predicar con el ejemplo para evitar que ellos repitan inconscientemente malos patrones, lo mejor siempre es optar por métodos en los que logren comprender lo que hicieron mal y puedan cambiar su conducta. 

Generar una situación pública embarazosa con una regañina resultará humillante para tus hijos e hijas y pueden vivirlo con mucha más angustia de la que logran expresar. Lo que para un adulto es algo claro, para ellos puede convertirse en todo un mundo.

4. Influye en su confianza en ti

¿Qué pensarías de un amigo que, delante de todos los demás, tiene una actitud hiriente hacia ti en vez de intentar hablar contigo en privado? Si estos episodios se repiten, lo más seguro es que dejes de fiarte de él. Lo mismo sucede en la infancia, una etapa en la que la confianza en las figuras de apego es decisiva para generar un entorno seguro para ellos.

5. Expone su intimidad

Así como a nadie le agrada exponer sus angustias, carencias y fallos, al criticar o regañar a tu hijo en público expones su intimidad, cuando probablemente no quiera que otros tengan conocimiento de ello. Todos tenemos derecho a preservar nuestra parcela de privacidad, incluso los más pequeños, aunque hayan cometido algún error. Haberse equivocado no es motivo de exposición ni de humillación.

Regañar a tu hijo en público lo vulnera frente a sus amigos
Reñir a tus hijos delante de sus iguales resulta muy humillante para ellos | Fuente: Canva

6. Otros niños podrían repetirlo

Si regañar a tu hijo en público es malo, hacerlo delante de sus amigos es aún peor, porque es su círculo de iguales y podrían, además de reírse o burlarse de él, repetir este mismo patrón tomándolo como motivo de bromas. Exponerlo a la vergüenza de corregirlo delante de sus amistades minará su concepto de valía personal ante las situaciones de la vida cotidiana, en las que aprende diariamente a desenvolverse. Al quitarle autoridad frente a sus compañeros, podemos, sin quererlo, convertirlo en foco de atención de acosadores.

Recuerda que se puede inculcar disciplina a los niños sin necesidad de hacerlos pasar un mal rato o vulnerarlos. Siempre hay mejores formas de hacerlo. Si alguna vez se te escapa una regañina en público, no te preocupes. Ser padre o madre no es fácil y la construcción del vínculo es un trabajo paulatino. Contamos, en ese trayecto como en otros de la vida, con que equivocarse está bien, porque todos somos capaces de mejorar.