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Psicología y salud mental

Mamá velcro: cuando el bebé no quiere separarse

mamá velcro
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 30.04.24

‘Mamá velcro’, ‘koala’, ‘canguro’. Hay unos cuantos apelativos cariñosos que empleamos las madres cuando tenemos un bebé demandante de brazos. Pero aunque es natural y esperado que el recién nacido únicamente se calme con la cercanía de sus padres, la incapacidad de realizar tareas de forma independiente puede resultar frustrante y abrumador.

¿Cómo enfrentarse a esta situación sin desesperar?

Por qué los bebés no quieren separarse de sus padres

1. La madre representa todo lo que el recién nacido necesita

Desde el momento en que nacen, los bebés buscan la protección y el consuelo que solo sus progenitores pueden darle, y muy especialmente su madre. La madre desempeña un papel multifacético en su vida, pues no solo le aporta seguridad, calor y amor, sino también nutrición, conexión emocional y estímulo sensorial, aspectos todos ellos fundamentales para su crecimiento.

A medida que va creciendo, el recién nacido establecerá nuevos vínculos con otros miembros de la familia, pero su madre seguirá siendo su principal pilar. Por eso es completamente normal que únicamente quiera estar en brazos de su madre, o solo se calme cuando percibe su olor o escucha su voz.

Bebé con su mamá
Para el recién nacido, su madre lo es todo | Fuente: Canva

2. La ansiedad por separación

Entre el sexto y el octavo mes de vida, esta situación puede volverse aún más desafiante para los padres con la llegada de una nueva fase en el desarrollo que suele traer aparejada una fuerte ansiedad por separación.

Este fenómeno sucede cuando el niño o niña comienza a comprender que aunque sus figuras de apego desaparezcan de su campo de visión, siguen existiendo, pero al no saber cuándo volverá a verlas, experimenta una gran angustia ante la separación por el temor a perder su seguridad y protección. El temor a la separación puede manifestarse a través de llanto inconsolable, resistencia a quedarse con otras personas e incluso dificultades para dormir. Es importante tener en cuenta que esta fase es temporal y es la señal de que el bebé está estableciendo un vínculo saludable con sus cuidadores.

¿Eres una mamá velcro?: 5 consejos para sobrellevar la situación

Aunque el hecho de que tu bebé llore cuando se aleja de sus padres o solo quiera estar en brazos de mamá suele estar mal visto socialmente, es fundamental comprender las causas naturales por las que el niño o niña busca consuelo y calma en sus progenitores a lo largo de sus primeros meses. Y es que, una vez entendidos los motivos, resultará mucho más fácil empatizar con la situación sin desesperar.

Además, estos consejos también pueden ayudar a hacer frente a esta intensa necesidad de cercanía:

1. Responder a sus necesidades

bebé demandante
Una forma de atender sus necesidades es integrarlo en tus actividades | Fuente: Canva

En primer lugar, es importante reconocer que esta fase es temporal y parte del proceso natural de desarrollo de tu hijo. Responder a sus necesidades con amor y cuidado es fundamental para fomentar un vínculo de apego seguro.

2. Porteo y colecho

Algunas familias encuentran una solución fácil en el porteo y el colecho . Estas prácticas ayudan a mantener la cercanía física, calman al recién nacido y fomentan la autonomía del adulto, ya que es posible seguir haciendo cosas mientras el bebé está al lado.

3. Potenciar la autonomía del niño

Brindarle oportunidades para explorar el mundo de forma libre y autónoma no solo es crucial para su desarrollo físico, cognitivo y emocional, sino que también va a favorecer una separación paulatina, segura y positiva de sus figuras de apego.

Los padres pueden potenciar esta autonomía colocando a su hijo en el suelo desde temprana edad mientras juegan con él e incentivan sus movimientos. Cuando comience a gatear, es importante permitirle que lo haga en un espacio amplio, dejando que explore el mundo a su antojo, pero siempre con seguridad y supervisión.

4. Pide ayuda

Pero aunque se trate de una fase normal, puede llegar a ser realmente agotadora. Por eso, es importante pedir ayuda a familiares y amigos de confianza para que se ocupen de tu bebé mientras tú descansas y recargas energías. Cuidar de ti mismo te permitirá cuidar mejor de los tuyos.

5. No desesperes. Todo pasa

Finalmente, recuerda que esta etapa pasará rápidamente y antes de que quieras darte cuenta, tu hijo habrá crecido y ya no necesitará el calor y el consuelo de tus brazos. No obstante, si tienes dudas o sientes que la situación te supera, no dejes de consultarlo con un pediatra, por si pudiera ofrecerte pautas adicionales.