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Psicología y salud mental

Cómo y cuándo hablar a nuestros hijos sobre la masturbación

¿Cuándo y cómo hablarles a los hijos sobre la masturbación?
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 24.10.18

La masturbación es una forma de obtener placer a través de la manipulación directa de los propios genitales. A partir de los 2 años, a veces antes, los niños empiezan a explorar las partes de su cuerpo. Esto es algo totalmente normal, de hecho, la autoexploración es una experiencia fundamental para el desarrollo de una sexualidad saludable y está asociada al descubrimiento, tanto en etapas tempranas como durante la pubertad.

Si tu hijo es pequeño

Cuando los niños descubren sus genitales pasan a conocer sensaciones placenteras a las que acuden en muchos casos como alivio a su tensión o a su soledad. Es posible que los descubramos tocándose con gran concentración, realizando movimientos de ‘hamaca’, que les llevan a ponerse colorados y hasta transpirar. Lo más sano y adecuado es no reprimir, observarles sin mirar, evitando cruces de miradas, gestos o palabras de desaprobación, siempre siendo conscientes de lo que hace nuestro hijo para evitar que se dañe a sí mismo, pero dejando que experimente.

Es normal que los padres tengan dudas sobre cómo actuar ante estas situaciones. Lo primero que hay que tener claro es que aunque nosotros asociemos la masturbación con placer sexual, en el menor se asocia con descubrimiento, por tanto debemos comportarnos de la forma más natural y relajada posible, abordando el tema cuando ocurra y estableciendo límites cuando sea necesario.

Por ejemplo si vemos que nuestro hijo o hija se empieza a frotar en público o en algún lugar común de casa, le podemos llevar al baño o a una habitación, siempre hablándole de manera tranquila, sin expresar asombro o desaprobación y ya en un lugar más privado explicarle con ternura y mucha paciencia que es ahí donde debe hacerlo ya que se trata de algo privado.

Para que lo entienda mejor también podemos asociarlo con el momento de ir al baño, es decir, al igual que no hace sus necesidades en público y el váter está en un lugar aislado, con este tema ocurre lo mismo, es una actividad que forma parte de su intimidad.

Si aplicamos el castigo o la reprimenda con comentarios como ‘ahí no se toca’ o ‘eso no se hace’, el niño acabará asociando en un futuro la sexualidad a algo malo o prohibido y es entonces cuando vendrán los sentimientos de culpa y las estigmatizaciones.

Si tu hijo es adolescente o preadolescente

Por otra parte, es muy común la situación de entrar de repente a la habitación de nuestros hijos adolescentes y preadolescentes y sorprenderles ‘con las manos en la masa’. Esto nos puede dejar un poco aturdidos y perdidos sobre cómo actuar, pues abordar el tema de la masturbación puede parecer más difícil para los padres conforme van creciendo.

La regla de oro sigue siendo la misma; atacarla con normalidad, ya que sigue siendo una conducta natural y aunque el menor se encuentre en la etapa puberal, la masturbación sigue cumpliendo la función de conocimiento del propio cuerpo. La edad con la que se masturben es lo de menos, finalmente todos somos dueños de nosotros mismos y de nuestros placeres.

Se puede aprovechar la situación incómoda de la habitación para iniciar una conversación sobre el tema utilizando comentarios como “Oye, perdona por lo de antes, ¿qué te parece si a partir de ahora empezamos a tocar a la puerta?” o “No sientas vergüenza, es normal que tengas tus momentos de intimidad”. Otros recursos son los anuncios de televisión, escenas de películas o series, o incluso canciones.

Como ya se ha mencionado, la masturbación es completamente normal a cualquier edad y como padres tenemos que enseñar nuestros hijos a que la hagan visible para abordarla con naturalidad, ofreciéndoles una buena educación sexual y moral.

Úrsula Perona
Psicóloga infantil
Colaboradora de Sapos y Princesas