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Psicología y salud mental

7 Recomendaciones para mantener ‘encendido’ el cerebro de tus hijos estas vacaciones

Cómo activar el cerebro de los niños en vacaciones
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 14.12.18

El cerebro de los niños es una estructura maravillosa. Se encuentra en plena efervescencia, aprende todos los días y es capaz de lo imposible si tiene la orientación necesaria. Este ritmo tiende a ralentizarse en vacaciones.

No está demostrado que dedicar los días de descanso a sesiones interminables de videojuegos aporte nada positivo a la maduración de las mentes de nuestros pequeños, sino más bien todo lo contrario. Tampoco es necesario leer sesudos tratados de filosofía clásica, hay muchas maneras de ayudar al cerebro infantil para que mantenga esa actividad de maduración y crecimiento que lo caracteriza.

Las siguientes recomendaciones son útiles para los más pequeños de la casa, quienes lo notarán sobre todo en una vuelta al colegio tras las fiestas. También lo serán para los más mayores, ya que las actividades propuestas pueden y deben realizarse en familia, por lo que podrán ser una oportunidad para seguir cuidando de nosotros mismos.

Activar el cerebro de los niños en vacaciones

Cómo activar el cerebro de los niños en vacaciones 

1. Ejercita cuerpo y mente

El ejercicio aeróbico moderado tiene interesantes efectos en el funcionamiento cognitivo, especialmente en la atención y en la memoria. Diversos estudios han encontrado mejoras en la mielinización (la forma en la que el cerebro se conecta entre sí) con la práctica regular de ejercicio. Si tus hijos hacen deporte durante el año, ayudemos a que lo mantengan en vacaciones, y si no lo hacen, este es un buen momento para incluir el hábito en su rutina. Algo sencillo y divertido va a tener muchas más posibilidades de permanecer en el tiempo y, si lo practicamos con ellos, el beneficio será para todos.

2. Juguemos juntos

Volvamos a poner de moda los juegos de mesa, ¡no todo tiene por qué ser tecnología! Los hay para todos los gustos y colores, y cada uno nos ayudará a estimular una función diferente: estrategia, lógica o planificación. ¿Qué hay mejor qué aprender jugando?, y más aún si lo hacemos en familia.

3. Estimular la imaginación

Jugar debe ser una actividad clave en el desarrollo de los más pequeños, pues tiene innegables virtudes. Una de ellas es el desarrollo de la imaginación y la creatividad, a veces un tanto cercenada cuando solo se juega a videojuegos, con historias demasiado visuales y ya prediseñadas. Estamos ante un momento fantástico para facilitar el juego libre y creativo. El papel de los padres estará en acompañar y facilitar ese juego, evitando dirigirlo. Otra oportunidad para compartir tiempo de calidad juntos.

4. Orden y concierto

Entre los recursos del día a día para estimular el cerebro de los niños, y que se utilizan más bien poco, está la música. Un arte que amansa a las fieras, que ayuda a relajar y a la concentración. Durante las vacaciones surgirán muchas oportunidades para acercarnos al mundo de la música, con canciones quizás menos comerciales, pero muy interesantes. Desde la clásica al góspel, pasando por todas las variedades posibles, nos podremos adaptar a cualquier gusto. ¿Por qué no probar algún concierto en familia? Sumaremos ventajas.

5. Alimenta su mente

Sin duda las vacaciones son sinónimo de excesos culinarios, salidas a restaurantes, comer a deshoras, dejándonos una maravillosa oportunidad para incluir en el resto de los días alimentos más saludables, que pueden (y deberían) mantenerse durante el resto de año. Si nuestros hijos ya comen bien, ¡fantástico!; pero si no es así, las vacaciones no deberían ser excusa, sino el momento de establecer nuevos hábitos para que coman mejor.

6. Leer y escribir, la base de todo aprendizaje

La lectura debe acompañarnos toda la vida, y es en la infancia cuando debemos construir este hábito. La mejor manera de conseguir que los niños lean es que nos vean hacerlo. Podemos buscar un momento para leer con ellos como, por ejemplo, antes de irnos a la cama. ¿Y cuándo fue la última vez que redactamos una carta con bolígrafo o pluma? ¿Lo han hecho tus hijos alguna vez? Estas fechas son una magnífica oportunidad para mandar felicitaciones a la familia y amigos, pero no por Whatsapp, sino con una tarjeta navideña. Otra oportunidad para recuperar algunas costumbres que ayudan a nuestra inteligencia y también a nuestras emociones.

7. No perder la rutina

Aunque estemos de vacaciones y muchos días trasnochemos tanto ellos como nosotros, debemos tratar de mantener, en la medida de lo posible, una cierta rutina de horarios, tanto de sueño como de comidas. El ocio pasa y cuando nos queramos dar cuenta tendremos que madrugar para volver al colegio.

Cosas sencillas, del día a día, que ayudan mucho más de lo que parece.

Dr. Javier Quintero
Especialista de Psiquiatría de Niños y Adolescentes
Director de PsiKids