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Educación en casa

Cómo pasar del biberón al vaso: Un primer paso hacia la autonomía

Cómo pasar del biberón al vaso: Un primer paso hacia la autonomía
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 05.04.20

El cambio del biberón al vaso supone un gran paso en la autonomía de los niños. Según van creciendo, van ganando autonomía, pero siguen siendo pequeños y necesitando ayuda. Ya han dejado de ser bebés y hay que darles pequeños retos que sepamos que pueden conseguir solos. Esto será una gran satisfacción para ellos, lo que es fundamental para su autoestima. Hacerlo a través del juego es una gran idea, siempre hay que intentar introducir las nuevas rutinas de forma atractiva.

Por un lado, si el bebé ha estado hasta entonces con lactancia materna, se aconseja que se pase directamente a un vaso evolutivo con el que pueda beber agua, leche o zumos. Pero si no se ha introducido el biberón durante el primer año de vida, no es necesario introducirlo más tarde. Ya tiene la madurez suficiente para agarrar un vaso con asas y utilizarlo por sí mismo.

Como en todos los cambios de rutina, si se está decidido a dar el paso, es importante hablarlo con la familia o personas que vayan a estar con el niño para que todos actúen en la misma dirección. En los primeros años de vida las rutinas son muy importantes, se debe tener unas pautas establecidas y repetirlas diariamente, ya que esto es una fuente de seguridad para los niños . Así, aunque cambie de ambiente puede prever que, por ejemplo, después del baño vendrá la hora de la cena.

¿Cómo introducir el vaso evolutivo?

Si el niño ha usado biberón con anterioridad, el vaso se puede introducir poco a poco en momentos en los que esté más receptivo. Al principio será conveniente evitar algunos momentos en los que estén más cansados, ya que será más difícil introducir nuevas rutinas. Hay que incorporar el vaso en el día a día y, de forma gradual. Es importante cambiar el biberón por el vaso evolutivo sin forzar, dejando tiempo para la adaptación.

El momento del baño es perfecto para ello. Si se llena la bañera y se deja al bebé que juegue con diferentes vasos que haya en casa de diferentes tamaños y formas… será más fácil que luego lo prefiera antes que el biberón. Hay que dejarle investigar. Disfrutará llenándolos, viendo cómo verter el agua, cómo trasvasarla…En las horas de las comidas se le puede ofrecer, dejárselo cerca para que pueda cogerlo cuando lo necesite. Si se hace de golpe u obligándole es muy probable que se oponga o no quiera usarlo.

Cosas de casa

A partir del segundo año, cuando ya se tiene mayor control corporal, se le puede pedir que  ayude a poner la mesa. En la cocina, podría dedicarse uno de los armarios bajos a los que tenga fácil acceso para guardar los cubiertos, servilletas y vasos necesarios. De esta manera, el vaso formará parte de este ritual tan importante en casa. Este será un buen momento para comprar uno pequeño y ligero que esté adaptado a su mano para que pueda beber fácilmente con él. Además, comprar a juego una pequeña jarra con la que pueda servirse el agua sería un aliciente para su autonomía y a la vez un  estímulo. Aprender de forma divertida y superando pequeños retos es la mejor forma de enfrentarse a una etapa llena de oportunidades.

Irene Martínez-Quintanilla Rubio
Pedagoga y especialista en la primera infancia
Co-creadora de Espacio Babú