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Sentido del humor: por qué es tan importante aplicarlo en la educación

Educar con sentido del humor
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 29.10.21

Recurrir a la risa en la crianza de los niños es provechoso tanto para nosotros como para ellos. Como detallan los expertos de la Clínica Mayo, reírse, estimula nuestros órganos, reduce el estrés y calma la tensión. A largo plazo, es incluso capaz de fortalecer el sistema inmunitario, de aliviar el dolor, aumentar la satisfacción personal y elevar el estado de ánimo. Un estado global idóneo para estimular el aprendizaje, por lo que educar con sentido del humor a nuestros hijos puede marcar las diferencias en muchos aspectos.

Qué beneficios aporta educar con sentido del humor

Son varios los ámbitos en los que puede resultar beneficioso incorporar este enfoque en el trato con los menores. Al hacerlo, podremos observar mejoras en lo referente a:

1. La asimilación de conceptos

La tensión, los enfados o los gritos solo contribuyen a bloquear a los niños, dificultando así la interiorización de nuevas enseñanzas. En cambio, educar con sentido del humor crea un clima distendido e ideal para el aprendizaje.

2. Su motivación

Por otra parte, incentiva su motivación, restando importancia a los fracasos y tomándolos como algo natural. Cuando algo no les salga bien, les aportará ánimos para volver a intentarlo gracias a la confianza y la seguridad que tendrán a la hora de seguir experimentando y explorando.

3. Sus interacciones sociales

Al disponer de un estado mental positivo, los niños no solamente serán capaces de comunicarse más y mejor con nosotros, sino también con el resto de personas que les rodean, ya hablemos de otros familiares, sus profesores, sus amigos y sus compañeros.

4. El fortalecimiento del vínculo paternofilial

Educar con sentido del humor generará un ambiente mucho más rico en casa, lo que se traducirá en un aumento de la confianza hacia nosotros. De este modo, los lazos afectivos y la complicidad con nuestros hijos no harán, sino aumentar con el paso de los años.

5. La creatividad

La comentada seguridad a la que contribuye un clima distendido favorece, a su vez, la agudeza mental, la intuición, la imaginación y la creatividad. Factores que se verían obstaculizados con los reproches, la tensión y los enfados, que solo contribuyen a bloquear la iniciativa de los niños.

6. Su felicidad

Como consecuencia de todo lo anterior, así como de la propia liberación de endorfinas que desencadena la risa, la felicidad de los menores experimentará un pronunciado ascenso tanto a corto como a largo plazo.

Cómo podemos generar risas durante la crianza

Introducir el humor en el día a día familiar no es una tarea complicada. Lógicamente, habrá momentos en los que debamos ponernos serios y no tenga cabida, pero existirán muchos otros que nos permitan recurrir a él. Para conseguirlo, tenemos a nuestro alcance diversas acciones como:

  • Jugar con los niños.
  • Hacer actividades al aire libre.
  • Contar chistes.
  • Leer libros graciosos.
  • Ver películas y series divertidas.
  • Imaginar situaciones disparatadas a partir de objetos y sucesos cotidianos.
  • Recurrir a la ironía y a la exageración.

     

Qué límites debemos establecer al educar con sentido del humor

Si pretendemos que educar con sentido del humor sea provechoso, debemos, eso sí, desterrar elementos como las bromas pesadas, las burlas o los menosprecios. A veces, cuando éramos pequeños, fuimos objetivo de tales comportamientos y podemos llegar a pensar que no tiene nada de malo reproducirlos con ellos. Pero no podemos olvidar que la capacidad de los niños para entender ciertos chistes o acciones no es la misma que la de los adultos y que una mala interpretación puede arruinar parte de los avances conseguidos.

Tampoco es conveniente recurrir a la risa cuando, por un motivo u otro, nuestros hijos estén tristes por algo o hayan vivido alguna experiencia traumática. Lo más probable es que, en esos escenarios, el mensaje que reciban sea el de que no nos preocupamos por ellos y nos tomamos a la ligera sus sentimientos, aunque lo único que pretendamos sea quitar hierro a la situación.