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Aprendizaje basado en proyectos, ¿en qué consiste este conocido método?

aprendizaje basado en proyectos
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 06.07.19

Cuando se habla de las nuevas, o no tan nuevas, metodologías en las que se basa el aprendizaje de nuestros hijos todo empieza con una simple pero no sencilla cuestión: ¿Asimilan los alumnos la información al ritmo de su cerebro? Tendría todo el sentido del mundo que esto fuera así, pero cada día observamos cómo se definen o defienden estos métodos como los más idóneos para la educación de los niños (y no tan niños) pero no todos se sustentan en los conocimientos que poseen los expertos sobre este proceso y las variables implicadas en el mismo.

Sabemos, gracias a la investigación científica, que la actividad cerebral infantil durante el transcurso de una clase magistral es mínima y muy parecida a la que se produciría en otras tareas pasivas, como por ejemplo ver la televisión. Sin embargo, cuando el niño es el protagonista activo de su proceso de aprendizaje, mejora significativamente su activación neuronal. Por tanto, no cabe duda que cuando se implica al alumno y deja de ser un simple receptor pasivo de la información mejora su motivación y con ello su capacidad de adquirir conocimientos.

¿Qué es el ‘Aprendizaje basado en proyectos’?

El ‘Aprendizaje basado en proyectos (ABP)’ o ‘Project-based learning (PBL)’ hunde sus raíces en la última etapa del siglo XIX enmarcada en las metodologías inductivas que parten de la premisa de hacer partícipe al alumno. Consiste en un método en el cual el docente propone al estudiante como el protagonista de su propio aprendizaje.

El ABP puede aplicarse en cualquier periodo educativo y son cada vez más centros los que lo utilizan. Este se compone de una serie de fases en las cuales se lleva a cabo la elaboración de un proyecto consonante con las competencias y conocimiento del alumnado, el cual se realiza de forma grupal. Dicho proyecto previamente ha sido considerado, elaborado y analizado por el profesor con el objetivo de asegurarse de que los menores disponen de todos los elementos necesarios para que desarrollen todas las destrezas que se desean fomentar.

Aprendizaje basado en proyectos

1. Habilidades y aptitudes

Es fundamental establecer una planificación y operativización de nuestros objetivos, planteándolo como un reto. Esta destreza tiene su base en las denominadas funciones ejecutivas, que permiten a los alumnos generar objetivos, desarrollar planes de acción para conseguirlos y elegir el más adecuado en base a la anticipación de consecuencias.

2. Ejecución, planificación y organización

A continuación, se lleva a cabo el procedimiento de ejecución, llevando a término la planificación y organización realizada. Esta fase implicará la evolución de la denominada memoria de trabajo o autodirección, tan importante en el proceso de aprendizaje, y entendida como la capacidad de establecer planes de acción para conseguir nuestros objetivos y elegir el más adecuado en base a la anticipación de consecuencias.

3. Evaluación

En una última fase se lleva a cabo la evaluación del trabajo realizado. Se analiza la participación del alumnado y se valora el producto obtenido. Es decir, se revisa la tarea y se corrigen los errores si los hubiera.

A nivel global se puede resumir en las siguientes cuestiones: ¿Qué tengo que hacer?, ¿cómo lo tengo que hacer? y ¿cómo lo he hecho?

Por tanto, el ‘Aprendizaje basado en proyectos’ dota al alumno de un papel activo que permite vincular sus conocimientos a situaciones reales y son estrategias en consonancia con una enseñanza basada en la formación de competencias para la vida, desarrollando el pensamiento crítico, la capacidad de cooperación y comunicación. Además, tiene el fin de estimular los cerebros activos y motivados, es decir, aquellos que fomentan las principales habilidades implicadas como son la intención de resolver, la planificación, la ejecución y la evaluación de nuestros resultados.

Y no se puede acabar sin tener presente lo que ya planteaba el filósofo y pensador Confucio: “Lo que oigo, lo olvido; lo que veo, lo recuerdo; lo que hago, lo aprendo”.

Dra. Isabel Morales Gil
Psicóloga coordinadora del departamento de psicología
PsiKids Pozuelo